Llevaba media hora sin
decidirse. La dependienta le había mostrado varios pares de botas, encantada de
coquetear con un cliente tan atractivo. Yo los observaba, él pedía mi opinión
con cada par nuevo. En el momento que se agachó, poniéndole el escote a la
altura de los ojos, tomé cartas en el asunto. Acerqué mis labios a los suyos y
lo besé, dejando bien claro quién era su chica. Ella desistió y se dedicó a
obsequiar a otros clientes. Él, después de unos minutos, escogió por fin las
que más me gustaban.
―Disculpa,
¿qué te parecen estas botas? ―me preguntó una joven.
―No
trabajo aquí ―le expliqué sonriendo.
―Lo
sé, pero he visto las que llevas puesta y creo que tienes muy buen gusto ―decía
esto mientras miraba a mi pareja.
―Me
parecen bien, las puedes combinar tanto con algo corto como con vaqueros.
―Muchas
gracias, me las llevo entonces, sólo quedan dos pares y he tenido suerte de que
este me quede bien ―Metió las botas en una caja y la apoyó junto a otras
mientras se calzaba, pero al irse cogió la que estaba justo al lado.
Pasó tan rápido que la intenté avisar pero no me
dio tiempo. Los vi haciendo cola para pagar, él
le había cedido el turno, ella muy pegada se lo agradecía. Cuando se dio cuenta
de su error quiso rectificar, ya era tarde, decidí salir de allí con un par de botas.
Te felicito!!!!
ResponderEliminarUn sentimiento muy parecido plasmee en Sadobyroxy en la entrada "Yo me animo" por el fetiche de las botas.
muy buena eleccion de foto.
Sado, Sensual Y femenino.
Gracias
Muchas gracias por tu comentario y encantada de tenerte por aquí.
EliminarBesos.