miércoles, 10 de abril de 2013

EL HACHA DE GUERRA





Nos conocimos en unas jornadas sobre botánica. Le encantó descubrir que me gustaba leer novelas románticas, se apuntó a explorar todas y cada una de mis fantasías. Después nos pasamos a la novela negra, creando una atmósfera sentimental de inseguridad y lujuria. Con el tiempo advertí que tenía muy descuidado el jardín, sobre todo el jazmín cuyo crecimiento había superado mis expectativas. Las tijeras de podar ya no tenían nada que hacer, necesitaba como poco un hacha. Coincidió que me regalaron “Cuentos de amor de locura y de muerte” de Horacio Quiroga, pocos días antes de que le pidiera prestada el hacha a mi novio. Nunca llegué a entender que desapareciera de mi vida inesperadamente.